sábado, 16 de junio de 2012

Otro curso que se termina. He de reconocer que se me ha pasado volando. Supongo que porque ha habido personas que se han dedicado a hacerme la vida más bonita (la vida es menos puta si estáis a mi lado). Y bueno, ya se sabe que "el tiempo no es más que un hijoputacabrón con 20 multas por exceso de velocidad".
En todo este tiempo he aprendido muchas cosas y he coleccionado un montón de buenos momentos. Aprendí que debo de quererme y valorarme un poco más; conocí mejor a personas que resultaron ser estupendas; me han hecho creerme la princesa más bonita del lugar; reafirmé que tengo un miedo absurdo a los perros, lo cual dio lugar a situaciones muy graciosas;  disfruté de esas sesiones de tres con lambrusco y capítulo de Juego de Tronos; a estas alturas del cuento, sigo siendo una lloricas y una sensiblera; me engaché a su sonrisa aún más; crecimos.

Supongo que parte de crecer es encontrar cada uno su camino y perseguir sus sueños, sus metas, sus ilusiones. Y hemos dado ya el primer paso.

Espero que a pesar de esas distintas direcciones, sigamos encontrándonos; al fin y al cabo, una vez alguien me dijo que las distancias no existen.