miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz Año Nuevo!

Hace ya 366 días de aquel último 31 de diciembre. Aún lo recuerdo como si fuese ayer, y es que este año se me ha pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Estábamos todos juntos, disfrutando de una noche que terminaría con el típico chocolate con churros ya bien entrado el amanecer, recordábamos que había sido un año lleno de cambios.
Este 2008, comenzaba con una comida familiar después de una noche sin dormir. Pronto llegó la festividad de los Reyes Magos y con ella el fin de mis vacaciones. Volvía a Coruña. En el frío enero descubrían un secreto a voces, un secreto de dos; nos preinscribimos para la party de Santiago; llegué a sentir el miedo, el miedo a volver a tropezar otra vez en la misma piedra, de volver a naufragar.
Y así llegó un disfrazado febrero, más largo de lo habitual. Mi madre me acusaba de tener “cara de trasno”, recordaba en una regata los viejos tiempos, aquellos en los que hacía deporte. Disfrutaba de la nieve de Manzaneda y de una sesión fotográfica por Coruña.
Y a la vuelta de la esquina, me esperaba Marzo en el que disfrutaba de unos ricos gofres, y del tan ansiado comienzo del campeonato de motociclismo. Nos prometimos seguir siendo socios en lo de soñar despiertos. Dibujamos sonrisas. Visitabamos el HDD World. Disfrutamos del San Pepe y de unos días frikis en la XGN . Viajé a Portugal, pasando tan cerca del pueblo del chico del tazón verde. Y sin saber como, me nominaron a premio de mejor locutora novel en la gala de OsCuac en la que el programa de “Hasta los Kinder” ganaba el premio al programa mas caótico. Y la “primavera llegó para curarme el invierno” y traer consigo a un intenso abril.
Un abril lleno de magia, sueños, amigos, de un aprender a volar, de sonrisas empapadas en un cristal, de estaciones de tren, de gofres, de algunos apuntes de álgebra, de fútbol, de manos entrelazadas, de helados, de un no vivir de ilusiones pero sin ellas tampoco, de Raw, de ciencia, de niñez y de momentos de playa.
Mayo llegó con sabor a mirabeles y con sueños raros de cebollas gigantes robamonedas, de atrapasueños. Sabor a aprobado en el teórico del carnet de conducir. Tambien trajo consigo algún enfado. Fantasía. Imaginación. Crecer. Depor. Darle importancia a cosas que no las tienen. Con la dulce llegada de un 24 y su mitad. Y volver a recordar que las aventuras mas dulces son las más inesperadas, viviendo un cuento de hadas.
Y con un par de alas, mayo se fue volando para traer con los rayos del sol mañanero a junio, un junio que pasó de manera fugaz y constelar. Llegaba la época dura de estudio, la recta final. Celebramos sus 20 primaveras. Me dediqué a coleccionar instantes. A la luz del fuego, nos embriagamos de la magia del solsticio de verano. Traté de “hacerle trampas al sol”, pero la última noche no perdonó y llegó la dura despedida, en la que ninguno faltó a su promesa.
En Julio, empezaba mis días de trabajo. Nacía el Estanque del Reflejo, una manera de dejar fluir los sentimientos. Me enamoraba de muchos rincones de “A Guarda”, soportaba los cálidos días de sol con ricos helados italianos y con alguna que otra tarde en el cine.
Con algo de prisa amaneció agosto, uno de mis meses preferidos del año. Cumplía mis 20, para dejar atrás esos 19. Celebramos fiestas y cantamos en los musicales. Cogí un tren a Vigo para reencontrarme con el chico del tazón verde. Y con el fin de agosto, terminaban mis días de trabajo.
Septiembre vino de la mano de estadística, de exámenes, con mi vuelta a Coruña por unos días. Esquivábamos la soledad y mediamos el tiempo en latidos. Las últimas fiestas del verano, septiembre las pasó por agua y como contraste, vivimos unos días de sol intenso en Verín, viviendo “A revolta dos Irmandiños”.
Octubre comenzó en el mismo instante en el que crucé la puerta de mi lugar de residencia en Coruña. Vino cargado de motivación y ganas, de tardes en Riazor. Como banda sonora un concierto de La Fuga.
Noviembre nació con la sonrisa de una niña que es debilidad de muchos. Danzamos con las ideas.
Y en un chasquido de dedos, diciembre volvió a hacer presencia. Pasamos un día recorriendo las calles de Madrid, me aprendieron que el amor y la locura siempre viajan juntos y hacen que la distancia no exista.

Hoy dejamos atrás un año para darle la bienvenida a otro. Un año lleno de grandes momentos, de sonrisas, de felicidad, de magia. Sin duda, el balance es positivo. Y estos 366 días serían muy diferentes si muchos de vosotros no estuvierais conmigo. Vosotros lo habéis hecho diferente y hoy puedo presumir de haber colgado una sonrisa en cada cuadrícula del calendario.

El hada y el nuevo duende llegado al estanque, os desean un feliz año nuevo! Y ojalá que os llene los bolsillos de felicidad y de amor, para que nunca dejéis de sonreír!

Besos para todos

martes, 30 de diciembre de 2008


La distancia entre dos corazones siempre se reduce a milímetros

lunes, 22 de diciembre de 2008

Feliz Navidad

Como cada año, bajamos al desván para buscar ese par de cajas. Habían acumulado bastante polvo desde la ultima vez que las vimos, hace poco más de un año.
Ya en el salón las abrimos, y en ese pequeño rincón cerca de la ventana, armamos rama por rama ese árbol. Le ponemos bolas de colores, estrellas brillantes, pequeños muñequitos de nieve, cintas plateadas, luces juguetonas... Todos juntos le damos vida.
En estas fechas, se reune la familia, pasamos grandes momentos juntos, y echamos de menos a los que por algún motivo no pueden estar con nosotros.

En una hora pondré rumbo hacia Portugal, tal vez no pueda pasarme por aquí en unos cuantos días.
Así que quiero aprovechar para desearos una Feliz Navidad a todos los que perdeis un momento de vuestro tiempo para dejar vuestra huella en el estanque.
Que estos días estean repletos de sonrisas, de magia, y de felicidad!

Besos muy grandes a todos!

sábado, 20 de diciembre de 2008

¿Borrón y cuenta nueva?

Ayer recibí una carta suya. Hacía tanto tiempo que no tenía noticias de ella. Recuerdo difusamente la última vez que ambas mantuvimos una conversación. Fue hace unos cuantos años. Por aquel entonces aún éramos amigas. Sí, éramos amigas. Compartíamos secretos, reíamos, confiábamos la una en la otra, soñábamos despiertas, imaginábamos nuestro futuro. Pero el destino hizo que nuestros caminos tomasen direcciones distintas.
Se fueron aflojando los lazos que el tiempo y los sentimientos habían tejido para las dos. Supongo que ambas tuvimos nuestra parte de responsabilidad en que esto ocurriese, mas ya no merece la pena buscar culpables. Reíamos juntas, conversábamos de pequeñas cosas del día a día, pero la confianza se había congelado sin que nos diéramos cuenta. Y sin darnos cuenta, llegó aquel día en el que todo acabó de la peor manera posible. Sus palabras hicieron daño, olvidaron lo que significa el respeto. Y se desvinculó de su atributo “amistad”, para dejarme sola. El tiempo pasó. Nos cruzamos unas cuantas veces, pero a penas nos mirábamos. Ella no se interesó por mi, a mi me dolía pensar en ella. Y así lo dejamos pasar… Ahora de repente aparece de nuevo, preguntándome acerca de mi nueva vida, para saber que tal me va…

¿Qué debería de hacer? ¿Borrón y cuenta nueva?

lunes, 8 de diciembre de 2008

Silencioso reencuentro

Miro por la ventana. El cielo es el mismo de ayer, ese cielo que lloraba nuestra despedida. Sin embargo, hoy dibuja una sonrisa color azul, que inunda todo con su luz.
Salgo a la calle, apenas llevo equipaje. Tan solo los bolsillos abarrotados de sueños. Sueños de un corazón que me embriagaba de añoranza y echar de menos.
Me siento en uno de los bancos de la estación, permanezco a la espera de ese mismo tren que un día separó nuestros caminos. En mi memoria se agolpan los recuerdos.

- Que ganas de volver a verles, de volver a abrazarles, de volver a tenerles frente a frente –pensé, al mismo tiempo que un altavoz afónico anunciaba la llegada del tren regional.

Me levanté rápido. Me subí con prisa. Inquieta me senté en uno de esos viejos sillones color azul oscuro. Sonreía.
El viaje se hizo largo, muy largo. Miraba con frecuencia a través del cristal para comprobar en cuanto se había reducido la distancia.
Transcurrida una eternidad, el paisaje que se dibujaba era conocido.

- Por fin estoy en casa... - me susurré a mi misma.

Mi mirada buscaba con ilusión esos ojitos tristes que un día me dijeron “hasta luego”. Tenía la necesidad de encontrarme con esa carita triste que un día me vio marchar, para sentir que todavía era quien de esbozar sonrisas, de esas que un día dibujamos juntos.

Y allí estaba él. No pude evitar ponerme de pie. Seguía mirándole. Él no cambiara desde aquel entonces, parecía no haber pasado el tiempo por él. Pero no era así…
Tan pronto las puertas se abrieron, yo salté al andén… nos fundimos en un abrazo, y le dimos voz a ese “te quiero” que un día dejamos que se ahogase en esas vías que un día nos separaron.
Sé que mi billete es de ida y vuelta. Que habrá muchas otras tantas despedidas. Pero también otros tantos reencuentros.

sábado, 6 de diciembre de 2008

jueves, 27 de noviembre de 2008

Silenciosa despedida

Caminaba sin prisa bajo la atenta mirada de un cielo gris. Las nubes se agolpaban queriendo llorar. Hacía frío. Miraba con detalle las calles silenciosas , esas que tardaría en volver a pisar. Me encerraba en mis pensamientos mientras escuchaba como único ruido de fondo el traqueteo de las ruedas de mi maleta.
¡Hay que ver cuanto pesa!- pensé. Y es que no eran pocos los recuerdos que allí llevaba. Los recuerdos de toda una adolescencia, de la infancia, de ese mismo lugar, de sus gentes.

Caminaba sin prisa. Sola. No me había despedido de nadie y aún no sabía bien el porqué.
¡No me gustan las despedidas! Son tan amargas, tan tristes –pensé.
Caminaba sin prisa. Cuando pude darme cuenta ya estaba comprando el billete para subirme a ese tren que me llevaría lejos. Muy lejos.
Mi mirada se perdía entre las vías. Las mismas que unían tantos lugares, pero que hoy me separaban del mío.
Despacio, fui aproximándome al andén. El tren había llegado. Subí al vagón que me correspondía. Recuerdo que todo estaba decorado con colores tristes.
Me quedé de pie, cerca de la puerta. Miraba a través de la ventana. La voz apagada de los altavoces anunciaba la inmediata partida de mi tren.
Fue entonces cuando mi mirada dejó de perderse en la nada, para encontrarle a él. Sí, era él. Venía corriendo. Al llegar, paró en seco y miró hacia mi vagón. Nuestras miradas se encontraron. Yo no podía bajarme del tren. Pronto partiría. Pero el no dudó ni un segundo en subirse al mismo. Me abrazó. Me abrazó como se abraza a alguien a quien quieres y al extrañarás. No dijo ni una sola palabra. Abandonó el vagón. Las puertas se cerraron.

Nuestras miradas se volvieron a encontrar para besarse. Me sonreía, con un gesto feliz a la vez que amargo. Me sonreía, como se sonríe a alguien al que no sabes en cuanto tiempo volverás a ver.


El tren empezó a avanzar, despacio, como si fuese cómplice de mis sentimientos y no quisiera irse. Nuestras miradas se alejaban cada vez más, dejando que un “te quiero” se ahogase en la distancia.

martes, 25 de noviembre de 2008

Non me acovardo aínda que me bañen os silencios mortos de cemiterios angostos, de mans que apuñalan a oscuridade, que se desangra; de encubertos bailes, que suscitan o pracer e o odio. ¡Non!, non hai motivos para acovardarse.

Covarde é só aquel que non loita consigo mesmo por toda a eternidade.

martes, 18 de noviembre de 2008

La cosa va de besos

Me dediqué a coleccionar cada uno de los besos que nacían de sus labios. Los protegía como si de un tesoro se tratase en aquella cajita envuelta en palabras de amor.
Los guardaba para cuando él ya no estuviese, los guardaba para cuando la distancia hiciera de las suyas y ya no pudiera sentir su dulce sabor.
Pero fui impaciente, y ese último beso dejó de ser tangible el día en que abandoné Coruña.
Ahora sólo queda el recuerdo de lo que fueron...

Hoy podría coger cualquier autobús, cualquier tren con tal de un beso más.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Un lápiz para dibujar sonrisas; un te quiero guardado siempre en el bolsillo izquierdo de la camisa, ahí al lado del corazón; una mano suave que recoja con cuidado las lágrimas que resbalan por mi mejilla; una voz que me susurre: confío en ti, ahora confía tú en ti misma; unos ojos que expresan aquello que no dicen las palabras; flores silvestres para curar las heridas; y esa fortaleza para echarse los problemas a la espalda.

Eso es lo que has hecho y sigues haciendo: dibujar sonrisas, ayudarme sin dudar en todo momento A veces creo que cargas demasiado con mis problemas, porque tal vez este pequeño desastre no puede con todo ella sola. A veces creo que serías capaz de echarte a la espalda mi mundo entero. Perdóname, no es justo que siempre lleves tanto peso.

Dicen que no siempre se recibe lo que se da; yo aún te debo mucho.

lunes, 10 de noviembre de 2008

¡Gracias!



Hay personas que cuando se cruzan en nuestro camino, cuando forman parte de algun momento de nuestra vida dejan heridas. Heridas que solo cicatrizan con el paso del tiempo, heridas que a veces duele al recordar. Sin embargo, hay personas que cuando están a nuestro lado se dedican a sembrar flores, esas que curan los rasguños del corazón que otros dejaron a su paso.

¡Gracias por sembrar flores!

domingo, 2 de noviembre de 2008

Olvidar...

Olvidé olvidar…
Olvidar aquellos fotogramas de mi vida teñidos de gris.
Olvidar a aquellos fantasmas cubiertos de retazos de dolor.
Fantasmas del pasado.
Fantasmas de un pasado que a veces me visita en el presente.
Pero ya no sufro, ya no siento dolor por todo lo que había sucedido.

¿Será que soy incapaz de odiar?
Puede ser.

¿Será que he perdonado?
Tal vez, pero entonces ¿Por qué no olvido?

¿Será que es cierto cuando dicen que el tiempo todo lo cura?
Tal vez, parece que se han cerrado las heridas, pero de cada herida queda una cicatriz.

Cicatriz que me ha hecho aprender, aprender a no ser gilipollas, aprender a pensar un poco más en mí y no siempre en los demás.
A veces me cruzo con esos fantasmas: en una parada de bus, por las calles.

Pero ya no sufro, ya no siento dolor.
Tan sólo siento indiferencia.

Entonces, ¿eso quiere decir que he olvidado?

sábado, 1 de noviembre de 2008

Dudas


Dudo

en darle nombre a este amor

o pensar en el dolor.

Dudo

en si tu me quieres

como te quiero yo.


Dudo

si besarte en la cara

o decirte adios.


Dudo

si a los ojos mirarte

o fingir no verte.


Dudo

si ponerme a tu lado

o seguir tus pasos.


Y entre duda y duda

muero por dentro.


Dudo

de tu sonrisa y tu silencio

o de llorar tu ausencia
.



Por dudar

dudo de ti

de mi

y de este vivir dudando.


viernes, 24 de octubre de 2008

Fe, confianza y autoestima

Fe: Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o
de algo.
Confianza: Esperanza firme que se tiene de
alguien; seguridad que alguien tiene en sí mismo; ánimo, aliento, vigor para
obrar.
Autoestima: Valoración generalmente positiva
de sí mismo.

La fe en uno mismo requiere confianza, y la confianza seguridad. Y todo ello depende mucho de la autoestima.
Estos tres conceptos son los que debo mejorar en mi vida, porque a veces son cajitas que me encuentro medio vacías.
Escasea la fe en mi misma al mismo tiempo que aumenta el miedo a que los demás se sientan defraudados por tener fe en mí.
La confianza desaparece al mismo tiempo que la seguridad se va dando portazos.
Y la autoestima viene y va con la marea.


No debo creer que no tengo capacidades para hacer aquello que me había propuesto.
No debo creer que siempre soy yo la culpable de todo.
No debo dejar de creer en mí.
No debo dejar de creer en mi.
No debo dejar de creer en mi.


[* Gotta find your inner strength *]

miércoles, 22 de octubre de 2008

Mis razones para sonreir...


A veces no sé como llegaron a formar parte de mi vida. A veces creo que fueron ellos los que me encontraron a mí y no al revés, o tal vez yo inconscientemente también los haya buscado. O quizás haya sido el destino el encargado de cruzar nuestros caminos.
Sea como fuere, ellos son los que han dibujado una sonrisa en la pared y en mi cara.

miércoles, 15 de octubre de 2008


Que esas rejas que nos forjamos se diluyan en los silbidos del viento


sábado, 11 de octubre de 2008

Recordando...

Observando con detalle mi habitación, caigo en la cuenta de que esta llena de recuerdos mire hacia donde mire.
Esa vieja foto de hace ya bastantes años que adorna la cómoda, y que retrata el rostro de esa niña de ojos soñadores.
Eses discos autografiados por un cantante que un día pusieron banda sonora a mi vida.
Ese puzzle de 500 piezas al que dedique parte de mi tiempo, para resolverlo, poco a poco, pieza por pieza, con paciencia.
Ese peluche que un día me regaló un amigo y que hoy me recuerda que nuestra amistad ha vencido al tiempo y a la distancia.
Ese libro guardado en la mesita de noche, ese libro de magia que un día me regaló alguien verdaderamente mágico y que me hizo ver que “tener fe es como tener alas”.
Ese pequeño álbum del último cumpleaños, en el que no solo hay fotos, si no que en sus entrañas también guarda alguna que otra letra, y sobre todo mucho cariño.
Esa cajita de besos custodiada por un pato amarillo.

Sigo observando y encuentro esa carpeta en la que guardo tantas cosas, que tal vez para el resto del mundo tan solo sea basura. Las entradas de cine caducadas para recordar aquella tarde, el silbato de aquel concierto en el que pedía a gritos que no se acabara la noche, el billete de tren que en un día cualquiera del calendario logró que yo rompiera con la distancia, aquella carta que alguien un día me escribió (oh, como me gustaba escribir y recibir cartas), tantas cosas más…

Y no se porque colecciono fotos, cartas, billetes de tren, unas simples entradas. Ni tan siquiera sé porque escribo mis días en papel.
A veces pienso y creo encontrar el motivo: miedo a olvidar.

Miedo a olvidar todos los momentos que un día me hicieron sonreír.

jueves, 2 de octubre de 2008


Aprender que la belleza se esconde en las cosas más sencillas. Aprender que lo verdaderamente importante reside en los pequeños detalles. Esos que pintan la vida más bonita.

martes, 23 de septiembre de 2008

Desde afuera...


Él se despierta por las mañanas con los primeros rayos de sol que entran a través de la persiana… Su mirada se dirigen hacia el despertador, aún son las nueve. Vuelve a cerrar sus ojos acastañados, pero ya no es quien de conciliar el sueño. Perezosamente posa sus pies en la baldosa fría. Y en silencio, se dirige hacia la cocina. Abre la alacena y se prepara en su tazón verde su desayuno: leche, con una cucharadita de cola-cao y una pizquita de azúcar. Todo esto acompañado de cereales de miel.

Su mirada se pierde por la ventana empañada por el rocío.
Al rato, decide darse un baño. A los minutos, el vaho le muestra en el espejo esas letras empapadas que ella había escrito para él.
Se viste su sonrisa, como todos los días. Siempre tiene ese gesto en su rostro dispuesto a compartirlo con los demás. Si el sol brilla, él sonríe; si se presenta un buen día el sonríe; incluso cuando llueve en su corazón, el sonríe. Y eso es algo que ella siempre ha admirado, su capacidad de compartir y de regalar sonrisas, incluso en los momentos más duros de su vida.

Se sienta frente a su escritorio y toma entre sus manos esas hojas de papel inundadas de miles de fórmulas que pocos entienden, pero que son parte de ese sueño que el tiene por cumplir. Y por el que trabaja cada día, es admirable el esfuerzo y las ganas que pone en ello. Él nunca se rinde, y ha aprendido que después de una caída hay que coger impulso y volver a reemprender el vuelo.

Suena su teléfono. Una voz amiga le habla al otro lado de la línea. En ese momento es feliz por sentir a su gente tan cerca aunque estén tan lejos. Y es que es cierto que la distancia no entiende de sentimientos, pero hay lazos que no se rompen con la lejanía, sino que incluso se hacen más fuertes.

Cuando esa voz se apaga, vuelve a sus hojas de letras y números.
Es hora de comer. Vuelve a la cocina, y habla con los amigos. Ríe. Preparan los alimentos. Cuenta chistes. Comen juntos. Él lo daría todo por sus amigos, y es que son una parte indispensable en su vida.

Sale a pasear, quiere recorrer esa playa, sentir la arena bajo sus pies, sentir la suave brisa del mar, el romper de las olas contra las rocas. Ella no puede evitar fijarse en las huellas que él va dejando tras de si. Él a veces es un poco pesimista y no quiere creer que no solo sus pisadas quedan marcadas en la arena, no solo sus pisadas quedan en los caminos que el recorre. Él ha dejado huella en el corazón de muchos, de todos aquellos que han compartido un instante de sus vidas con él.

Se sienta en las escaleras del paseo, y desde allí un atardecer de fuego se esconde en sus ojos.
Cuando se da cuenta es hora de regresar. Hoy tan solo es otro día más que arrancar del calendario.

Llega a casa cansado.
Su cama le espera, se acuesta dispuesto a soñar.
Ella le observa, lo mira con cariño y con ternura. Lo besa en la mejilla mientras el duerme. Ella lo mira desde afuera. Ella piensa que podría pasarse las horas así, que sería feliz con sólo mirarle. Pero sabe también que hoy ha recibido el mayor regalo, compartir un momento de su vida con él.

Él despierta, la besa.
Ella es feliz.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Deseos


En aquella moneda dorada, tan insignificante para el bolsillo de algunos, nosotros depositamos nuestros deseos. Despues de mirarnos los unos a los otros, convencidos la lanzamos hacia ese pozo sin nombre de un lugar perdido, con la esperanza de que algun dia cumpliese alguno de los sueños que ella encerramos.
Tal vez esa pequeña moneda no cumpla nuestros sueños, pero prometimos luchar nosotros mismos por ellos, por hacerlos realidad. Y quien sabe, quizas con el tiempo lo logremos...

jueves, 4 de septiembre de 2008

Mirando atras


Me he parado en el camino para volver la vista atrás. Recuerdo perfectamente que tal día como hoy de hace un año las cosas eran completamente distintas. Y es que un año son muchos días, y los cambios tan solo precisan de un instante para torcer nuestro rumbo.
Hace un año veía como el castillo en el que vivía mi ilusión, se desmoronaba ante mis ojos al colocar el último naipe.
Hace un año no podía ver más allá de mi nariz, no quería ver la realidad gris que me rodeaba. Todo había perdido su color. El pensar en mañana, en la incertidumbre que pesaba sobre mi futuro me asfixiaba.
Hace un año el sueño por el que tanto había luchado, y que tanto había perseguido, se alejaba cada vez más de mi. Y la esperanza que me quedaba se deshacía entre mis dedos.
Mis lágrimas borraban la sonrisa de mi cara. Y no encontraba fuerzas para buscar una solución.
Fue entonces cuando escuche unas vocecillas que me susurraban al oído, al mismo tiempo que me tendían su mano:

-No te rindas, no lo has hecho nunca hasta ahora y no permitas que esta sea la primera vez.

Hoy me alegro de no haber renunciado, me alegro de volver a intentarlo. Me alegro de volver a reconstruir mis ilusiones, de abrir ese pequeño cajón y ver que mi esperanza sigue allí bien guardada.
Hoy sigo luchando por mis sueños, por “mi sueño”. Hoy mi sonrisa es de tinta indeleble y mi realidad ha recuperado su color. Y esas vocecillas, y esas manos y esos corazones los llevo bien prendidos al lado del mío. Porque gracias a ellos soy lo que soy.
Puedo decir que hoy ya no llueve en el sol.

viernes, 29 de agosto de 2008

"El echar de menos"

Los entendidos de la lengua definen el echar de menos como advertir o notar la falta de alguien. Tal vez podamos decir en unas líneas generales que si es eso.
Pero para mí el echar de menos se ha convertido en un sentimiento que camina conmigo de la mano; a cada paso que doy. No importa el lugar, el viene conmigo.
No sé si me acompaña desde siempre. Tal vez estaba ahí y no lo había percibido de una manera tan intensa como lo hago ahora. O tal vez, llegase de improviso y sin avisar.
No lo sé.
Pero él encontró un lugar a mi lado.
Y “El echar de menos” se convirtió en añorar sus sonrisas, y escuchar sus carcajadas; en volver a tenerles en frente, a tan sólo un palmo de mi, aunque solo sea para poder contemplar sus miradas.
“El echar de menos” se convirtió en el deseo de sentir sus brazos de seda envolviéndome una vez más, de saborear sus cálidos besos.
“El echar de menos” se convirtió en recordar que a veces sin decirles nada les decía todo; que cuando nosotros callábamos eran nuestros silencios los que gritaban.
El echar de menos” se transformó en las ganas de volver a recordarles que este mundo no es tan gris, ellos lo pintan con sus reflejos de color.
El echar de menos” se transformó en mi anhelo por oír su voz aterciopelada.
Se transformó en las ganas de buscarles por todas partes, de querer encontrarles.
“El echar de menos” se transformó en recuerdos, en fotografías, en palabras, en música…
“El echar de menos” se metamorfoseó en cada uno de ellos.
___________________________________________________________________

Cierto es que estoy aprendiendo a vivir con él. Cuando estoy en Coruña extraño a mi familia, a mis amigos. Cuando regreso a casa para dejar de echar de menos, continuo extrañando a mi gente de Coruña, a “ti”. Como bien dijo alguien alguna vez “Dejo de echar de menos, para seguir echando de menos”.
Nadie dijo que fuera sencillo, pero también creo que si este sentimiento existe es porque viven en mi muchos otros sentimientos, lazos, que me unen a ellos. Lazos que no entienden de lejanías ni de distancias, ni de espacio, ni de tiempo.

Os echaré de menos. Te echo de menos.

lunes, 25 de agosto de 2008


No me acostumbro a verte al otro lado de la ventanilla, es sentir que estoy lejos cuando en verdad, tan solo medio metro me separa de ti. Pero ¿sabes?, aprendí a verle "el lado bueno" a una despedida, y es el saber que pronto habrá otro reencuentro.

jueves, 21 de agosto de 2008

Él

Era una estrella caída del cielo
y lo único que deseaba era seguir siendo estrella.
Era un ángel al cual cortaron sus alas
cuando quiso emprender el vuelo.
Era un vagabundo que tras las rejas de la noche
se aferraba a su soledad.
Era un alma soñadora
que tenía miedo a soñar.
Era las lágrimas derramadas en la despedida,
era aquel al que Cupido no quiso ayudar.
Era un folio en blanco, con muchas historias por contar.
Sus deseos eran quimeras permanentes,
no tangible realidad.
Era aquel cuerpo sin destino
que guardaba en su interior los girones de su libertad.
Sin embargo, y a pesar de todo,
era la sonrisa que jamás se puede olvidar:
esa sonrisa que te llena el corazón igual que beso,
esa sonrisa que te acaricia el alma,
y en la cual se reflejaba la esperanza.
Y aunque las circunstancias fueran adversas,
y aunque él no lo supiera,
era esa estrella que brillaba en el cielo,
ese ángel que luchaba por vencer sus miedos,
ese ser confidente que un día encontrará su lugar en este universo,
esa esencia que logrará el amor eterno,
esa sonrisa especial,
sin la que este mundo no sería el mismo,
sin la que ya nada sería igual.

domingo, 17 de agosto de 2008

Los ojos que te miran...


A veces tan solo es necesario una mirada para expresar todo aquello que llevamos dentro.

jueves, 14 de agosto de 2008

Corazón

Hoy vuelvo a sonreír,
el sol me ha honrado con su presencia,
ha disipado la niebla que confundía a la razón.
Manan como ríos los sentimientos, la pasión…

¿Cómo luchar contra este corazón?

Corazón rebelde que se niega a no amar,
Corazón que no sigue normas, que es fiel a su verdad
Corazón romántico que desea soñar…
No, contra esto, no se puede combatir,
Contra este corazón no se puede luchar.


He aprendido que contra el corazon no se puede luchar. He aprendido a escucharle cuando quiere hablar, a sentirle cuando por alguna razon da un par de golpecitos, a cuidarle.
Hoy es mi corazon el que me guia, para bien o para mal.

lunes, 11 de agosto de 2008


E ó mesmo compás, ti borrando o pasado, eu xerminando nel. Divago...


... O mundo está sombrío...
.... Comprenderanme ó fin...
.... Esta hora xa está preto do eterno...

miércoles, 6 de agosto de 2008

Horizonte...

f
Alla donde el mar se fusiona con el cielo en el mas dulce de los besos...

5 Agosto 2008

Hoy no me acompañan las musas, hoy no soy quien de enlazar dos versos. Ni siquiera confio en que estas letras al final tengan su sentido. Pero por algun motivo, siento la necesidad de escribir.

Tal dia como hoy, me acerque a orillas de mi estanque... Se respiraba paz, una calma que invitaba a reflexionar. Me tumbe sobre los mantos de esa hierba tan verde que rodea. Contemple ese cielo tan azul, un cielo que invitaba a soñar.
Cerre mis ojos. De mi cabeza salieron a pasear un sin fin de recuerdos, tantos momentos vividos junto a esas poquitas estrellas que consiguen iluminar las noches mas oscuras en el estanque. Fue inevitable que una sonrisa se dibujase en mi cara.
Vuelvo a abrir mis ojos... Y me asomo. Y me miro en el estanque... alli observo mi reflejo, tal vez algo haya cambiado... Un año mas se ha posado sobre mis alas...
Pero en el fondo, sigo viendo a una niña, pero una niña que ha crecido... Sin embargo si me fijo en sus ojos veo que sigue corriendo por sus venas esas ganas de seguir soñando, de seguir queriendo...
Ganas de coleccionar mas años al lado de sus estrellas, de seguir escribiendo juntos historias a la luz de la luna...

¿Que es un dia sin su sol? ¿Una noche sin sus estrellas?

¿Que seria de este estanque sin vosotros? Formais parte de mi pequeño mundo, y lo haceis especial.

A todos, gracias ;)

sábado, 2 de agosto de 2008

Solo y sin ti


Solo, el tiempo es testigo,
mientras la noche sufre
y tú estás lejos.

Solo, el silencio hace penumbras
mañanas sin sosiego
y tardes ocultas.

Todo en ti es armonía,
hoja al viento,
primavera de rocío.

Solo, pasan las horas,
que no piensan,
que no cambian.

Solo y sin ti,
temo la tristeza a un desierto
a una soledad de miedo.

jueves, 31 de julio de 2008

Recuerdos de ayer, sonrisas de hoy...

Intenté aferrarme a tus palabras, pero las agujas marcan el tiempo en mi reloj: las horas, los minutos, los segundos avanzan; y todo aquello que pronunciaste ayer ya no sirve absolutamente de nada…

Con tiza escribiste tus promesas sobre aquella pizarra, sin darte cuenta de que cualquiera que deslizase su mano sobre su superficie podría borrarlas: promesas que fueron y que ya no valen nada…

Me miraste con los ojos de quien es cómplice de secretos inconfesables, pero hoy esa mirada se pierde en horizontes lejanos…

Agarraste mi mano, me agarraste fuerte, como si esos lazos que nos unían no fueran a romperse nunca. Pero olvidabas que nunca significa mucho tiempo, y esos lazos hoy se diluyen poco a poco con el susurro del viento…

Me hablaste de amistad, pero poco a poco tus labios se secaron y fueron incapaces de pronunciar alguna de sus letras.

Caminábamos juntos, rechazábamos a la distancia, pero sin darnos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, nuestros caminos ya divergían…

No puedo evitar que el tiempo pase, que las personas cambien. Cada uno debe seguir su rumbo y su camino, crecer como persona y vivir nuevas experiencias. A veces, la gente que tu quieres sigue ahí contigo, paso a paso. Pero en ocasiones, las circunstancias fuerzan una separación. Otras veces los cambios hacen que ya no reconozcas a quien tienes enfrente tuya, a sabiendas que son esos cambios los que les hacen ser felices.

Siempre quedaran los buenos recuerdos de ayer, y sus sonrisas de hoy.

martes, 29 de julio de 2008

En mis silencios...


En el silencio de esta habitación,
siento los latidos de este corazón,
que grita a voces tu nombre.

En el silencio de esta noche,
voy a cerrar mis ojos para encontrarte,
allá donde la realidad se fusiona con la fantasía,
en ese mundo de los sueños donde nada es inalcanzable.

En el silencio de esa ilusión,
te miraré, como nos mira la luna en esta noche estrellada…
Te abrazaré, como te abraza la oscuridad cuando las luces se apagan
Te besaré, como besa el cielo al mar en el horizonte, allá donde la vista no alcanza…

Y en el silencio de mis palabras,
te diré lo que ellas nunca te han dicho.
No sé como te encontré,
como se cruzaron nuestros caminos,
Pero te quiero, lo sé…
Me lo dijo el silencio…
Me lo dice el alma…

jueves, 24 de julio de 2008


Un mar como espejo del alma y un deseo que se esconde en la espuma...

jueves, 17 de julio de 2008

Legado...

Ensinoume una palabra nova,

Amor

asequible a calquera boca, pero tan difícil de ser captada na razón da mente.

martes, 15 de julio de 2008

En el anden de la estacion...


"Otra vez en los andenes de una estación, observando todo lo que sucede a mi alrededor: gente que regresa, gente que se va….otros permanecemos a la espera…

Es curioso como la experiencia nos enseña, que en tan solo uno segundos puedes alcanzar el tren que te lleve a tu destino, sin embargo, tampoco es necesario mucho tiempo para perderlo… En otras ocasiones, permanecemos a la espera de un tren que nunca llega…

Nunca creí que esta estación se convertiría en uno de los lugares que más he transitado en este último año…
Esta estación, guarda celosa, un sin fin de emociones… que a mi paso he dejado en mis huellas… La emoción del primer día, de los sueños, el comienzo de una nueva etapa en mi vida; la ilusión por el retorno a casa, eso que llaman “morriña”; y también, como no, las tristes despedidas…
No será la primera vez, ni tampoco la última que realice este viaje…

Quiera o no… aún quedan muchos momentos cerca de las vías…"



Hace unos cuantos meses que este texto surgió en un andén de la estación, a la espera de la llegada de ese tren que me llevase a casa, o mejor dicho... que me acercase un poquito más a ella...
Ya olvidé cuantas veces realicé ese viaje Santiago - Coruña, y viceversa... pero sé que aún me quedan muchos más viajes como ese...

lunes, 14 de julio de 2008

Se ha ido la musa...

Me encuentro confusa,
aquí,
entre las cuatro paredes de mi habitación.

Se ha ido la musa,
aquella que daba vida a mi inspiración…

Y hoy entrelazo palabras sin letras,
versos sin rima…
Estrofas de ningún poema…
Lejos de toda poesía,
lejos de toda composición….

Y es que se ha ido la musa,
esa que daba vida a mi inspiración…

sábado, 12 de julio de 2008

Y no estas...

En mis sueños pude ver como un día me besabas. De la cama yo caí agarrándome a la almohada. Soñaré que estás aquí, tu cuerpo sin ropa en mis sábanas...Tiemblo sólo de pensar que despertaré mañana

Sueños--- La Fuga


En la oscuridad de mis noches, cierro mis ojos para encontrarte… Te siento tan cerca…
Puedo abrazarte con tan sólo extender mis brazos, no eres inalcanzable...
Soy capaz de acariciarte, besarte…. Sentir tu respiración en mi piel, tus delicadas manos deslizándose por mi cuerpo, tu dulce voz susurrándome al oído, los latidos de dos corazones que ya son uno…
Revivir los minutos de locura y pasión al compás de tus caderas; los minutos en los que me adormecía refugiada en tu regazo…
Pero llegada el alba, los cálidos rayos del sol acarician mi rostro…
Es entonces cuando me despierto. No estás aquí. Todo había sido un sueño.Te busco con mi mirada. Pero no estás, lo único que me acompaña bajo mis sábanas es tu ausencia…


jueves, 10 de julio de 2008

Al atardecer....


Cae la noche,
el sol huye escondiéndose en el horizonte
y una luna plateada hace presencia en el cielo estrellado.
Camino lentamente,
sintiendo la fría arena bajo mis pies.
Estamos solos: el mar y yo...
Ese mar, fuente de tranquilidad,
guardián de mis silencios y testigo de mis sueños.
Observo las estrellas, que brillan en el cielo azul,
ese cielo que tu y yo compartimos,
ese cielo que abraza las olas haya donde no alcanza la vista.
La brisa marina me acaricia y se enreda en mi pelo,
trae consigo una maleta cargada de recuerdos...
Pasado y presente se fusionan durante unos instantes...
Y en mi memoria aparece el regalo más preciado y sincero,
aquel que es fruto del cariño y del amor,
muestra de afecto de la gente que nos quiere,
aquel regalo que es expresión del alma:
UNA SONRISA DIBUJADA POR EL CORAZÓN


Recordando cosas que había escrito alguna vez, en algún momento...



lunes, 7 de julio de 2008

Sus dones les hacen diferentes...

A veces me paro a pensar y caigo en la cuenta de que todos los que me rodean tienen un don que les hace diferentes…
Algunos se expresan plasmando sus emociones en un lienzo, otros dejan fluir sus sentimientos para transformarlos en una dulce melodía que nace de las cuerdas de una guitarra, otros se pierden por las calles tratando de captar en un fotograma aquellos pequeños detalles que el resto del mundo ignora.
Los hay que permiten que su pluma sea quien entrelace las palabras que un corazón escondido no se atreve a pronunciar, los que en su voz encuentran matices y colores con los que te hacen estremecer a cada nota en una canción. Los que por su curiosidad y sus ansias de saber adquieren grandes conocimientos y los comparten contigo. Los que dibujan sonrisas a cada paso que dan en su vida.
Los que, por el simple echo de ser como son, destilan magia por los cuatro costados y hacen que este mundo sea un poquito mejor…


Yo no sé cual es mi don, pero tal vez tenga uno...ese que me haga diferente...

sábado, 5 de julio de 2008

¿¿ Hada del lago ??

No tengo alas, pero aprendí a volar… para ello tan sólo necesité pensar en recuerdos bellos, tan sólo necesité confiar en mí… aunque nunca negaré mis tropiezos y caídas. Vosotros siempre me ayudasteis a reemprender el vuelo, curando mis heridas. Con vuestra fe construisteis unas alas para mí…

No puedo esparcir a mi paso polvo dorado, impregnándolo todo de magia y color… Lo cambié todo por una sonrisa, que celosa guardo en esa cajita de cristal en algún rincón de mi corazón…

No vivo bajo las aguas cristalinas de un lago, sin embargo, como un sediento imagina un oasis en el desierto, yo me imaginé y proyecté el mío propio… un lago en plena ciudad, un lago forjado a base de recuerdos, de risas y sonrisas, de momentos que vencieron al tiempo…

No se si soy cruel, malvada y burlona, o en su lugar, soy tierna y amigable…Tal vez sea demasiado pequeña, y sólo sea capaz de albergar en mí un sentimiento…

Quien sabe…

Tal vez no sea ese hada que digo ser… pero hay algo en mí que sigue creyendo.
Como un niño que da libertad a su imaginación, como un niño que cree en los cuentos de final feliz…hay algo en mí que sigue creyendo en esos diminutos seres nacidos de aquellas sonrisas que se rompieron en mil pedazos…. Algo en mí sigue creyendo en esos seres que sólo pueden ser vistos por aquellos inocentes y puros de corazón…
Sí, yo creo en las hadas…

Tal vez me equivoque, tal vez haya crecido, tal vez sea hora de dejar eso atrás….
No tengo alas, ni polvo dorado, ni puedo convertir los sueños en realidad.
Pero en mi vida necesito eso que hace que cada instante sea especial, eso que lo llene todo de color, necesito esa magia… porque ella no debe faltar…

Y “ magia sois vosotros”…

jueves, 3 de julio de 2008

Hoy nace “El estanque del reflejo"

Dicen que soñar con un estanque o un pequeño lago, es fiel reflejo de cómo nos sentimos emocionalmente.

Tal vez este pequeño punto de encuentro se convierta en ese estanque, cuyas aguas están formadas por aquellas palabras que fluyen de un corazón inquieto.

Aquel en el que las ilusiones te acarician y envuelven como la brisa del mar, en el que un rayito de esperanza se hace sentir como un rayo de sol mañanero (es como ese manto verde de hierba que se extiende a su alrededor...todo lo abraza).

Aquel en el que los sueños no son tan inalcanzables como parecen… no son más que nuestro reflejo en ese estanque… Nuestros deseos, anhelos…

Aquel en el que tan sólo se necesita tener fe en uno mismo para desplegar las alas y volar… Volar alto por ese cielo azul y bailar con sus nubes de algodón…

En el que la imaginación y la magia son peces de colores que nadan con libertad en sus entrañas…

Aquel en el que con confianza todo es posible…. Tan sólo hay que creer…

Tal vez este pequeño rincón, sirva para crear un angosto sendero hacia ese estanque, hacia mi mundo de cristal, si si…al que muchos dicen “mundo de fantasía”…. En resumen, a una parte de mi mundo… pequeña, pero que hace grande al resto… Porque a veces creo que es parte de lo que soy…

Soy consciente de que tal vez estas líneas no lleguen a ser leídas, a los que por alguna casualidad del destino lleguen aquí… espero que disfruten de su estancia en el estanque!