lunes, 8 de diciembre de 2008

Silencioso reencuentro

Miro por la ventana. El cielo es el mismo de ayer, ese cielo que lloraba nuestra despedida. Sin embargo, hoy dibuja una sonrisa color azul, que inunda todo con su luz.
Salgo a la calle, apenas llevo equipaje. Tan solo los bolsillos abarrotados de sueños. Sueños de un corazón que me embriagaba de añoranza y echar de menos.
Me siento en uno de los bancos de la estación, permanezco a la espera de ese mismo tren que un día separó nuestros caminos. En mi memoria se agolpan los recuerdos.

- Que ganas de volver a verles, de volver a abrazarles, de volver a tenerles frente a frente –pensé, al mismo tiempo que un altavoz afónico anunciaba la llegada del tren regional.

Me levanté rápido. Me subí con prisa. Inquieta me senté en uno de esos viejos sillones color azul oscuro. Sonreía.
El viaje se hizo largo, muy largo. Miraba con frecuencia a través del cristal para comprobar en cuanto se había reducido la distancia.
Transcurrida una eternidad, el paisaje que se dibujaba era conocido.

- Por fin estoy en casa... - me susurré a mi misma.

Mi mirada buscaba con ilusión esos ojitos tristes que un día me dijeron “hasta luego”. Tenía la necesidad de encontrarme con esa carita triste que un día me vio marchar, para sentir que todavía era quien de esbozar sonrisas, de esas que un día dibujamos juntos.

Y allí estaba él. No pude evitar ponerme de pie. Seguía mirándole. Él no cambiara desde aquel entonces, parecía no haber pasado el tiempo por él. Pero no era así…
Tan pronto las puertas se abrieron, yo salté al andén… nos fundimos en un abrazo, y le dimos voz a ese “te quiero” que un día dejamos que se ahogase en esas vías que un día nos separaron.
Sé que mi billete es de ida y vuelta. Que habrá muchas otras tantas despedidas. Pero también otros tantos reencuentros.

2 comentarios:

Princesa_DeAquelViejoReinoPerdido dijo...

"...nos fundimos en un abrazo, y le dimos voz a ese “te quiero” que un día dejamos que se ahogase en esas vías que un día nos separaron.
Sé que mi billete es de ida y vuelta. Que habrá muchas otras tantas despedidas. Pero también otros tantos reencuentros."
Que preciosidad de fragmento!
Me gusta la presencia del auzl en el poema: le da tranquilidad.
Me encantan tus historias de trenes^^
Un besazo hada

Miguel dijo...

Hada!

Excelente en verdad, me gusto mucho este texto, porque refleja la felicidad que provee el reencuentro. Curiosamente, toda esta felicidad viene despues de un periodo de tristeza ocasionado por la despedida, que bien narraste en otro texto.

Eso es lo que mas me impresiona de los sentimientos, por mas opuestos que sean, estan entrelazados de tal forma que uno no existe sin el otro.

Saludos!