Lo primero que me dijeron tan pronto me vieron cruzar la puerta de casa ayer a la noche fue:
- Antes de marcharte a Coruña, dijiste que las guitarras no llegarían hasta que tu volvieras... y mira, aún no llegaron...
¡Pobres! Aún no eran conscientes de que esas guitarras eléctricas que tanto añoraban llevaban en casa desde ese mismo día a la mañana. Sí, estaban delante de sus ojos y ni siquiera lo sabían.
Fue increíble verles las caras cuando les dijimos: ¿estáis seguros de que aún no llegaron?
Había una caja enorme en mi habitación. Rápido se acercaron a ella, y entusiasmados la abrieron. En su interior se escondían la "Les Paul" y la "SG" que tanto deseaban tener entre sus manos.
Bastante tiempo atrás si me preguntaran, podría decir que lo de la música era un pasatiempos temporal, algo de lo que rápido se olvidarían. Sin embargo, desde que cogieron su primera guitarra supe que eso no era así. La gran mayoría de las cosas que saben las aprendieron ellos solos. Es una maravilla verlos tocar.
Llevan la música dentro. Tienen corazón de Rock&Roll.