martes, 27 de julio de 2010

Cuento de piratas (Cap 4.- El encuentro)

Las horas pasaron lentamente en el reloj.
Deseaba con todas mis fuerzas conocer al famoso Garret y dar carpetazo a todas mis dudas. Nunca me gustaron las intrigas, hacían que la ausencia de tranquilidad me mordiese por dentro.
Sin embargo, Oliver era paciente. Esa era otra de las ocasiones en las que me cuestiono como alguien como él pudo acompañarnos durante tantos años de travesía. Él era tranquilo, paciente e incluso a veces poco deciso.
Resonaban en mi cabeza las palabras que un día mi padre me dijera:

Recuerda que todo pirata roba, todo pirata miente y todo pirata soborna.

Y Oliver no. Por suerte, él no era así.

A una hora de nuestro tan esperado encuentro, echamos a andar bajo un sol abrasador.
Tras un largo caminar, llegamos a la plaza en la que nos habían citado. La plaza era grande rodeada de edificios. En su centro, se alzaba la estatua de una mujer por la cual la plaza llevaba su nombre.
Miramos a nuestro alrededor, había cuatro o cinco personas por allí pero ninguna daba el perfil que estábamos buscando.
Yo ya le había imaginado como un hombre alto y fuerte con aires de nobleza. Por todo aquello que Oliver me había contado, Garret semejaba ser alguien realmente importante.
Continuaba observando la plaza. Los minutos se me hacían eternos.
Pero cuando el reloj de la plaza marcó las cinco en punto, Oliver me agarró del brazo al mismo tiempo que decía:

- Es él...

¿Era ese hombre el verdadero Garret? ¿Descubriríamos al fin el misterio que se traía entre manos?

2 comentarios:

Fabio Dacosta dijo...

>_< eres más malvada que los guionistas de El Internado, que siempre cortas en lo bueno ¬¬

No tardes tanto en continuar la historia, quiero leer piratas!!!!!! xD

Un abrazo desde un lugar que no conoce el mar.

Lim dijo...

La verdad es que llevas en tu sangre, el gen pirata del Caribe, me dejas siempre en lo mejor, voy a tener que sonsacarte lo que sigue Morgana.
Moitos bicos querote moito.