Me dediqué a coleccionar cada uno de los besos que nacían de sus labios. Los protegía como si de un tesoro se tratase en aquella cajita envuelta en palabras de amor.
Los guardaba para cuando él ya no estuviese, los guardaba para cuando la distancia hiciera de las suyas y ya no pudiera sentir su dulce sabor.
Pero fui impaciente, y ese último beso dejó de ser tangible el día en que abandoné Coruña.
Ahora sólo queda el recuerdo de lo que fueron...
Hoy podría coger cualquier autobús, cualquier tren con tal de un beso más.
4 comentarios:
Los guardaba para cuando él ya no estuviese, los guardaba para cuando la distancia hiciera de las suyas y ya no pudiera sentir su dulce sabor.
Ayyyy. Que bonito^^
Por qué no podemos agarrar de la cola al tiempo?
Por qué los instantes más hermosos son los más cortos?
Un beso hada
Hada!
Lindo, muy lindo en verdad... cuantas cosas podemos guardar en la forma de un beso, y todo lo que no hariamos por uno mas.
Saludos!
tan enamorada como yo.
si es que somos unas románticas
bks
Y que ricos están los caramelos de labio... casi tanto como los labios de caramelo;)
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